Por patrocinio clásico se entiende la acción de marketing que realiza una marca invirtiendo dinero para dar resonancia a sí misma y a sus propios productos, gracias a eventos o contenedores de información de un determinado medio de comunicación que aumenten su notoriedad.
Historia y características de los patrocinios
El patrocinio nace en los años 70 con la llegada de las grandes marcas que, deseosas de hacerse ver ante los ojos del mundo, estaban dispuestas a invertir ingentes sumas de dinero en carteles publicitarios o en periódicos.
Los tipos de patrocinadores han evolucionado mucho pero la filosofía básica sigue siendo la misma.
En el patrocinio hay dos actores principales:
- El patrocinador: é quien invierte dinero para aumentar su brand awareness;
- El patrocinado: é quien acoge al patrocinador, es decir, quien pone a disposición su contenedor (digital o real) a cambio de dinero.
En teoría, hay una ligera diferencia entre publicidad y patrocinio. La publicidad habla directamente del producto, el patrocinio muestra la marca o el producto en un contexto diferente como eventos y medios de comunicación, pero de manera indirecta.
La vanguardia del patrocinio: la publicidad en la web
Hemos hablado muy a menudo de patrocinios en la web. Hoy finalmente abordamos el tema entendiendo las diferencias que existen con el patrocinio clásico.
La publicidad en la web se basa en las mismas dinámicas del patrocinio clásico: un patrocinador que invierte dinero para aumentar su notoriedad y un patrocinado que acoge al patrocinador. En la publicidad en la web, sin embargo, hay elementos innovadores y más sofisticados.
Los anuncios de Facebook y los anuncios de Google (campañas patrocinadas por excelencia de Google y Facebook) se basan en una especie de subasta en línea que aumenta la exposición de la marca en función del dinero invertido, a través de estadísticas y datos actualizados prácticamente en tiempo real.
Herramientas como el pixel de Facebook y el tag manager para Google, ofrecen posibilidades absolutamente inalcanzables hasta hace algún tiempo.
La publicidad en la web se basa en patrocinadores extremadamente sofisticados como las plataformas de Business Manager de Facebook o Google ADS, que permiten la creación de campañas publicitarias super segmentadas, es decir, hechas a medida para el patrocinador para alcanzar personas realmente interesadas en el tema o en el producto, algo que en la sponsorización clásica no ocurría.
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